Muchas personas con cáncer experimentan pérdida de peso. Esto puede ser resultado de tener cáncer y de los efectos secundarios del tratamiento contra el cáncer.
¿La pérdida de peso es un síntoma del cáncer?
La pérdida de peso inexplicada es un síntoma de varios tipos de cáncer, incluyendo el cáncer de pulmón, cáncer de páncreas y cáncer de esófago. La pérdida de peso inexplicada es aquella que no es resultado de la dieta, el ejercicio o el uso de medicamentos.
El cáncer puede afectar la capacidad de una persona para comer alimentos o tolerarlos, y puede alterar la forma en que el cuerpo metaboliza los alimentos. Una persona con cáncer puede tener dificultades para comer lo suficiente o puede no obtener suficiente nutrición de lo que puede comer. Esto puede llevar a la desnutrición.
Cambios de peso y tratamiento contra el cáncer
Los cambios de peso también pueden ser el resultado de los tratamientos contra el cáncer. Tanto el aumento de peso como la pérdida de peso son posibles efectos secundarios de la quimioterapia, uno de los tratamientos contra el cáncer más comunes. La radioterapia, otro tratamiento contra el cáncer frecuente, puede dificultar la ingesta y digestión de alimentos, lo que puede provocar pérdida de peso.
Durante el tratamiento, las personas pueden experimentar efectos secundarios que dificultan la alimentación, como náuseas, pérdida de apetito, cambios en el gusto o el olfato, estreñimiento, diarrea y boca adolorida o seca.
Nutrición para personas con cáncer
Los cambios de peso son difíciles de predecir. Es importante monitorear tus síntomas y comunicarte con tus proveedores de atención médica mientras recibes tratamiento contra el cáncer.
Si tú o un ser querido han sido diagnosticados con cáncer o están siendo tratados por cáncer, estas estrategias pueden ayudar a minimizar la pérdida de peso y mejorar la nutrición:
- Come de 5 a 6 comidas pequeñas al día, en lugar de tres comidas grandes.
- Elige alimentos que te resulten atractivos, pero intenta comer una variedad de alimentos.
- Mantén bocadillos saludables cerca y picotea a lo largo del día.
- Bebe suficiente agua y líquidos para mantenerse hidratado/a y reponer los líquidos perdidos debido a las náuseas o la diarrea.
- Consume calorías y proteínas en forma líquida, especialmente si tienes dificultades para tragar o masticar. Los batidos, licuados, jugos y sopas pueden ser más fáciles de tolerar.
- Aumenta tu ingesta de proteínas agregando queso, huevos duros, nueces peladas y tostadas, legumbres, frutas deshidratadas y polvos proteicos a las comidas.
- Sirve los alimentos fríos o a temperatura ambiente para minimizar los olores potencialmente desagradables.
- Mantente activo/a, ya que puede estimular tu apetito.
- Agrega alimentos ricos en fibra si tienes estreñimiento, pero evítalos si tienes diarrea.
- Limita el consumo de grasas, azúcar, alcohol y sal.
La alimentación y la nutrición son temas importantes para discutir con tu proveedor de atención médica. Tu proveedor de atención médica puede tener recomendaciones y estrategias adicionales que pueden ayudarte. Si es posible, trabaja con un dietista clínico, quien puede determinar tus necesidades nutricionales y ayudarte a elaborar un plan de alimentación para satisfacer esas necesidades.
El cáncer no es el momento a perder peso
Vivimos en una época en la que muchas personas luchan por perder peso, donde innumerables anuncios, artículos y productos promueven la pérdida de peso.
Sin embargo, el tratamiento contra el cáncer no es el momento para perder peso. Es un momento para cuidar tus necesidades nutricionales, para ayudar a darle a tu cuerpo la fuerza necesaria para combatir el cáncer y hacer frente a las exigencias del tratamiento.